(1) LA COMISARÍA

No podía empezar este blog sin escribir acerca de unos de mis lugares preferidos para disfrutar de una buenísima y exquisita gastronomía. Se trata de La Comisaría, un restaurante con mucho encanto y sobre todo con un cocinero excepcional.

Ficha:
Nombre: La Comisaría
Dirección: Plaza del Árbol nº 5 (en la Calle Baja, barrio del Carmen)
Web: http://restaurantelacomisaria.com/index.html
Tipo: Comida de autor, mediterránea con toques orientales
Precio: 25-30 euros puedes comer o cenar muy bien
Nota: 10/10 (se puede 12 sobre 10??) (pese a algunos fallos)

Análisis y comentarios:

Sin duda alguna para mi es un sitio especial. No sólo porque se come de maravilla, sino también por el trato que recibe el cliente y el buen ambiente que han creado los dueños del local. Ya sólo con el nombre, "La Comisaría, Tapas y Copas Ilegales", uno se siente al menos intigrado y curioso por probar el sitio.

No es muy grande, es un local con dos pisos y pocas mesas, por lo que en fin de semana conviene reservar (y más si se tiene previsto ir en grupo). La decoración y el mobiliario son correctos, si bien es cierto que uno de los pocos defectos que le veo al local es que la comodidad de mesas y sillas no es muy alta. El espacio es reducido.
Sin embargo los platos que puedes degustar son sencillamente maravillosos. Eddie, el maestro chef, cocina con amor unos platos que son extremadamente preparados a conciencia. Y muy muy "currados". El rey de las salsas le llamo yo amistosamente.
Se trabaja con carta, y si bien tiene unos platos que son la base de La Comisaría (como son los Huevos Rotos o el chupachups de langostino), Eddie te va sorprendiendo con nuevas creaciones o con variantes de platos ya degustados. No hay que perderse el crispy de pescado, el pollo al estilo hindú, la carrillada (este plato en sus diversas presentaciones es literalmente BOCATTO DI CARDINALE), ... en difinitiva cualquier plato de la carta o propuesto por Eddie.

El postre también es una creación que te deja con la boca abierta. Suele ser una creación del día, donde se mezclan sabores variopintos, siempre adornados con petazetas que te recuerdan a tu infancia. Me acuerdo de uno que tenía albaricoque frito, mousse de chocolate blanco, petazetas y dulce de leche ... que me saltaron las lágrimas de alegría ... increíble.
Si hay que ponerle alguna pega a La Comisaría, aparte del espacio ya comentado, es que tardan en sacar los platos, ya que todo ha de pasar por las manos del maestro Eddie. Por lo tanto quien vaya ha de ir con una filosofía de tranquilidad, de disfrute de lo que come y de la compañía y la buena conversación. Si vas con prisa mejor vete a otro sitio.

En resumen, para mi sin duda alguna uno de los mejores sitios de Valencia. Y además con una buena y acertada relación calidad-precio. He comido bastante peor en muchos sitios más caros.